Roser Pujol: ‘Tengo muchas ganas de volver a trabajar’

Roser Pujol tiene Esclerosis Múltiple desde hace 23 años. Enfermera de profesión, hace diez años dejó de trabajar. Ahora está realizando un curso online de ofimática que le ha hecho aumentar la autoestima y que a la vez, le debe permitir reorientar su carrera profesional.

-Hace 23 años…

-La Esclerosis Múltiple no se conocía y se traducía en una silla de ruedas. Tuve un diagnóstico tortuoso a partir de un hormigueo en el dedo meñique de la mano.

-¿Y entonces?

-Soy enfermera y trabajaba en el Hospital Vall d’Hebron. Tenía el hormigueo y fui al neurólogo pero no le di demasiada importancia. Antes del diagnóstico me hicieron muchas pruebas. Cuando aún no sabían qué me pasaba me pintaron una situación muy mala y me asustaron mucho. Después me realizaron más pruebas y me diagnosticaron Esclerosis Múltiple.

-¿El hecho de ser enfermera la ha ayudado con la enfermedad?

-Al principio sí porque tenía los conocimientos pero decidí que sobre mi persona yo no soy enfermera. Cuando tengo un problema llamo a la consulta y comento lo que me pasa. Inconscientemente creo que hay veces que no puedo evitarlo pero intento dejar aparcados mis conocimientos y no aplicarlos.

-¿Cómo convive con la enfermedad?

-Ahora bien pero durante un tiempo negué la enfermedad a pesar de que veía que la esclerosis múltiple hacía su recorrido dentro de mi cuerpo. Además, un año después de que me diagnosticaran murió mi padre lo que me supuso tener que ser más fuerte porque tenía que suplir su pérdida y dar apoyo a mi madre y con eso la enfermedad quedó un poquito apartada. Años más tarde decidí ir a la neuropsicóloga que me dijo que yo intentaba demostrar que podía con todo y que eso me estaba haciendo daño. La neuropsicóloga me ayudó a vivir la vida de otra forma.

-¿Usted explicaba que tenía EM?

-No. Yo he sido bastante selectiva en el momento de explicarlo.

-¿Por qué?

-Porque si digo que tengo Esclerosis Múltiple todo el mundo me quiere ayudar y hacer las cosas por mí. Esto, una vez, no pasa nada pero si pasa continuamente me perjudica más que me beneficia porque tengo sobreprotección y no me conviene. La decisión de no decir que tengo EM ha sido muy personal. Mi padre murió sin saber que su hija tenía Esclerosis Múltiple y hoy en día mi madre no lo sabe. El hecho de que mi padre no lo supiera ha tenido peso para que mi madre tampoco lo sepa.

-¿Y entonces?

-Mi madre sabe que su hija cada 48 horas se pincha, que a veces camina un poco mal… Hasta me ha acompañado al hospital a buscar medicación, sabe lo que provoca la enfermedad pero no sabe cómo se llama. Puede que sea un error pero no la estoy engañando?

-Han pasado muchos años.

-Cuando me diagnosticaron no tuve la valentía de decirlo y después cuando murió mi padre tuve la sensación de que lo tenía que explicar, pero no lo hice y no me arrepiento de ello porque supongo que mi madre me hubiera sobreprotegido mucho?

-Y ahora quiere cambiar su vida y ha empezado a estudiar ofimática.

-En el currículum, en el apartado de informática, consta nivel de usuario. Cuando empezaron a hacer el curso de informática online en la Fundación Esclerosis Múltiple pensé que lo debía cursar. Fui a la presentación del curso y allí dijeron que se requería un esfuerzo de tres horas diarias, pero yo de tres horas nada.

-¿Cuántas hace?

-Por la mañana dedico tres horas y vuelvo a hacerlo por la tarde. El sábado descanso pero el domingo lo hago prácticamente todo el día. Ahora, me siento muy bien.

-¿Por qué?

-Porque además de todo lo que he podido aprender es una sensación personal de superar un reto. Tengo un tema y unos ejercicios a realizar y si no me salen vuelvo y vuelvo y los repito las veces que sea necesario. Si el curso fuera presencial seguro que habría venido el profesor y le habría dicho que el ejercicio no me salía y habría terminado ayudándome. El hecho de ser online facilita que lo haga yo sola unas cuantas veces y eso me provoca un sentimiento de que yo puedo hacerlo con esfuerzo. El curso está siendo una experiencia muy y muy importante porque me demuestra que puedo hacerlo y me aumenta la autoestima.

-¿Tiene previsto aprovechar laboralmente estos conocimientos?

-“Sí, estoy buscando trabajo. Me dirigí a la Fundación hace un año porque quiero trabajar pero no puedo trabajar de enfermera. En la Fundación me abrieron puertas y me abrieron los ojos en el sentido de que puedo reorientar mi vida laboral.

-¿Por qué ahora?

-Porque ahora mis niños ya son mayores y puedo volver a incorporarme al mundo laboral siempre que sea adaptado a mis capacidades actuales. Tengo muchas ganas de volver a trabajar. Dejé el empleo en el año 2004 porque hasta entonces, interrumpidamente, había trabajado media jornada. Después del curso me siento plena y eso es muy importante para una persona con EM.

Debe iniciar sesión para comentar.

¿Tienes una cuenta? ¡Inicia sesión ahora!

¿No tienes una cuenta? ¡Regístrate ahora!