Inicio / Esclerosis múltiple / ¿Qué es la esclerosis múltiple?
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad autoinmune que afecta el cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) y a sus células, como por ejemplo los axones. Este tipo de célula juega un papel fundamental en nuestro cuerpo y su alteración puede tener consecuencias difíciles para el paciente.
La esclerosis múltiple afecta entre dos y tres veces más a las mujeres que a los hombres y es la principal causa de discapacidad en los jóvenes, tras los accidentes de tráfico.
Significa que las células del sistema inmunológico, las encargadas de protegernos de las infecciones causadas por los microorganismos externos, reaccionan, de forma errónea, contra estructuras propias del organismo.
En el caso de la esclerosis múltiple, el sistema inmunológico ataca por error la mielina (desmielinización), una estructura que se encuentra en el sistema nervioso central, formado por el cerebro y la médula espinal.
La mielina es una estructura que recubre los axones de las neuronas, permitiendo así su correcto funcionamiento. A modo de ejemplo, podríamos comparar el sistema nervioso central a un cableado eléctrico donde el cable serían los axones, prolongaciones de las neuronas, y la mielina sería el plástico o cobertura aislante del cable.
Los axones (‘el cable’) son los encargados de transmitir la información desde y hacia el cerebro, permitiendo el correcto funcionamiento motor y sensitivo, entre otras funciones.
La mielina (‘la cobertura aislante’) es la encargada de facilitar la correcta transmisión de estos impulsos nerviosos.
En las zonas del sistema nervioso central en las que se produce una pérdida de mielina aparecen zonas endurecidas tipo cicatriz (llamadas lesiones o placas). Estas cicatrices se producen en diferentes momentos y en múltiples localizaciones del cerebro y la médula espinal y, de ahí, su nombre: esclerosis (de sclerae, cicatriz en latín) múltiple.
Los síntomas de la esclerosis múltiple variarán en función de las áreas en que tengan lugar las lesiones. Por eso, aunque diferentes personas compartan el mismo diagnóstico, la enfermedad y su evolución serán diferentes en cada persona. Cabe decir que, la mayoría de las lesiones son asintomáticas.
Ahora que ya sabes qué es la esclerosis múltiple, te explicamos los tipos que hay y las diferencias entre ellos con respecto a síntomas y otros detalles.
Si quieres saber qué es la esclerosis múltiple remitente-recurrente es el tipo de esclerosis múltiple mayoritario. Los síntomas después de un brote disminuyen o desaparecen espontáneamente en un período que puede durar de días a meses. Los síntomas variarán de un episodio a otro según la zona del sistema nervioso central afectada.
Este tipo de esclerosis múltiple es más frecuente en mujeres y se suele dar en estadios tempranos de la enfermedad, aunque muchas personas permanecen en esta fase el resto de sus vidas.
La esclerosis múltiple primaria progresiva se caracteriza porque la aparición de los síntomas se produce de forma progresiva. Especialmente los relacionados con la habilidad de caminar y la fuerza motora. La esclerosis múltiple primaria progresiva tiene la misma incidencia en hombres que en mujeres.
Un 25% de las personas que tienen esclerosis múltiple remitente-recurrente evolucionan con un empeoramiento neurológico progresivo que deriva, con los años, con la esclerosis múltiple secundaria progresiva.
La esclerosis múltiple progresiva recurrente es el tipo menos común. Solo un 3% de las personas con esclerosis múltiple tienen el tipo progresiva recurrente. Este tipo de esclerosis múltiple se caracteriza por una progresión constante de la enfermedad, sin remisiones.
Además de saber qué es la esclerosis múltiple, hay que tener en cuenta que la EM afecta a 1,2 millones de personas en Europa y a 2,8 millones en todo el mundo. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en España hay entre 4 y 8 personas con EM por cada 10.000 habitantes, lo que significa que hay unas 55.000 personas que conviven con la enfermedad.
Cada año, se diagnostican 2.000 nuevos casos, cifra que en los últimos años ha aumentado, principalmente, debido a mejoras en el diagnóstico, pero también a factores ambientales que podrían estar jugando un papel en su aparición y/o evolución: como por ejemplo el tabaquismo, el déficit de vitamina D, la escasa exposición a la luz solar y la dieta, entre otros.
La esclerosis múltiple afecta entre dos y tres veces más a las mujeres que a los hombres y es la segunda causa de discapacidad neurológica en adultos jóvenes, tras los traumatismos.
Aunque a día de hoy no existe un tratamiento que cure la EM, en los últimos años la aparición de nuevos fármacos ha producido un cambio sustancial en su manejo. Disponemos de gran variedad de tratamientos modificadores de la enfermedad (TME) y desde el 2019 también existe tratamiento para las formas progresivas de la esclerosis múltiple.
De modo que, una vez encontrado el tratamiento apropiado, y siguiendo ciertos hábitos de vida saludable, en muchos casos las personas con EM logran controlar la enfermedad y pueden seguir haciendo las actividades que desean.