Consejos para vivir mejor con esclerosis múltiple

La prevención de esclerosis múltiple es complicada porque aún no se conocen sus causas. La esclerosis múltiple puede dificultar algunas tareas del día a día y su diagnóstico puede resultar abrumador. Algunos días los síntomas se manifiestan de forma más limitante, pero es posible vivir bien con EM siguiendo determinados hábitos.

Seguir los tratamientos y las recomendaciones de los profesionales médicos es básico para vivir con EM. Sin embargo, existen otros hábitos saludables que permiten a las personas con esclerosis tener una vida más cómoda y agradable.

Introducir estrategias para adaptarse a la realidad de la vida con esclerosis múltiple es muy útil para fomentar una actitud positiva en el día a día. Cada persona vive la EM de forma distinta y, por eso, es importante buscar la fórmula específica para combatir los síntomas más presentes en cada caso.

Aun así, existen una serie de recomendaciones genéricas que además de ser beneficiosas para vivir saludablemente, pueden tener un impacto positivo en la evolución de la EM. Si bien estas medidas no garantizan la prevención de esclerosis múltiple, pueden contribuir a un mejor estado de salud general y potencialmente reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad o de sufrir brotes severos.

Consejos para vivir mejor si tienes esclerosis múltiple

A continuación, se proponen algunos consejos para sobrellevar los efectos de la esclerosis múltiple y mejorar la calidad de vida:

Consejos para vivir mejor con esclerosis múltiple y prevención de esclerosis múltiple (brotes)

8 consejos para vivir con EM

  • Adaptar tu entorno. Buscar adaptaciones en casa o en los entornos más habituales del día a día puede facilitar las tareas y evitar frustraciones.
  • Equilibrar la temperatura corporal. La sensibilidad al calor o los cambios de temperatura pueden intensificar algunos síntomas de EM. Optar por los tejidos frescos y colchones refrigerantes son algunas medidas para vivir mejor.
  • Hacer movimientos ligeros. Mantener una rutina físicamente activa ayuda a combatir la fatiga, así como evitar los movimientos bruscos. Hábitos como estirar en unos minutos todos los días pueden servir para aliviar el dolor muscular.
  • Ahorrar energía. Para evitar la fatiga es recomendable afrontar el día con un ritmo asumible y tomarse los descansos que sean necesarios.
  • Hacer actividad física. Practicar ejercicio con regularidad mejora la fuerza, el equilibrio y la resistencia. No hace falta que sea una actividad intensa, se puede caminar, bailar, practicar yoga o hacer taichí.
  • Seguir una dieta saludable. Basar la dieta en alimentos ricos en nutrientes como huevos, ajo o salmón, puede facilitar un mejor funcionamiento del organismo.
  • Entrenar el cerebro. Realizar ejercicios como rompecabezas, crucigramas o juegos de mesa ayuda a prevenir los problemas cognitivos.
  • Dormir bien. La EM puede provocar insomnio y otros problemas de sueño. Es importante consultar el médico y buscar las rutinas de sueño que aseguren un descanso de calidad.

A pesar de que la prevención de esclerosis múltiple es complicada, siguiendo estos sencillos hábitos se puede reducir la afectación de los síntomas de la esclerosis múltiple en el día a día. Además de vivir más cómodamente, limitar los efectos también puede contribuir a que la EM avance más lentamente.

 

Referencias:

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