El papel de la melatonina en la EM
Los brotes de esclerosis múltiple (EM) son más frecuentes en primavera y en verano que en otoño y en invierno. Tomando este dato como punto de partida, científicos del Centro para la Investigación de Enfermedades Neurológicas de la Fundación Fleni (Argentina), de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) y del Instituto de Biología y Medicina Experimental de Buenos Aires han investigado la incidencia de este factor ambiental en la enfermedad. Tras cinco años de trabajo, los resultados han visto la luz en la revista Cell bajo el título “La melatonina contribuye a la estacionalidad de los brotes de esclerosis múltiple”.
La EM es una enfermedad no hereditaria provocada por una interrelación entre factores genéticos y ambientales. Identificar el papel que juegan los factores medioambientales abre la posibilidad de modificarlos e intervenir en el origen y en el curso de la enfermedad. Los niveles bajos de vitamina D, por ejemplo, se han correlacionado con un mayor número de brotes. La secreción de vitamina D se produce principalmente tras la exposición al sol, en primavera y en verano. Sin embargo, se ha visto que en estas mismas estaciones hay un mayor número de brotes, cuando los niveles de vitamina D supuestamente serían más altos. Es lo que los investigadores llamaron “la paradoja estacional”.
Ante esta contradicción, que indicaba que existían otros procesos que contribuían a la estacionalidad de los brotes, se exploraron otros factores que ponían en relación la luz solar y el incremento de recaídas o de brotes de EM. Los investigadores hallaron la respuesta en la melatonina. En invierno y en otoño, los días son más cortos y tienen menos horas de luz solar y mayor oscuridad, que estimula la secreción de melatonina, una hormona secretada por la glándula pineal durante la noche y en mayor medida durante los meses con menor luz solar. La melatonina participa en gran variedad de procesos biológicos como la adaptación del cuerpo al cambio de estaciones, el control del ciclo del sueño y la respuesta del sistema inmunológico.
Los autores de este trabajo encontraron que unos menores niveles de melatonina se asociaban con un mayor número de brotes.
Además, en los estudios realizados con ratones se pudo comprobar que, a mayores niveles de melatonina, mejor evolución de la enfermedad. Esto se debe a que la melatonina es capaz de regular el sistema inmunológico. A grandes rasgos, la melatonina disminuye el número de células pro-inflamatorias Th17 y promueve o aumenta el número de células reguladoras Tr1.
¿La melatonina en el tratamiento para la EM?
Estos datos experimentales en animales apuntan a que la melatonina podría ser una futura diana terapéutica para el tratamiento de los pacientes con EM. Sin embargo, los autores recomiendan precaución a la hora de extrapolar estos resultados. Además, a día de hoy, el tratamiento con melatonina está contraindicado porque no se han llevado a cabo los ensayos clínicos correspondientes en humanos para determinar las dosis óptimas de ingesta y su eficacia.
Acceso al documento original:
Melatonin Contributes to the Seasonality of Multiple Sclerosis Relapses http://www.cell.com Disponible en: http://www.cell.com/cell/abstract/S0092-8674%2815%2901038-7?_returnURL=http%3A%2F%2Flinkinghub.elsevier.com%2Fretrieve%2Fpii%2FS0092867415010387%3Fshowall%3Dtrue
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