Nuevos tratamientos de la EM y qué puedes hacer para cuidarte

Pronto llegarán 3 tratamientos nuevos y hay más en camino

El doctor Juan J. Hernández, neurólogo del Hospital Comarcal del Vendrell explicó el lunes en la conferencia informativa del Día Mundial de la Esclerosis Múltiple, organizada por el Hospital Universitario Sant Joan de Reus y el Centro Neurorrehabilitador de la FEM en Reus, Mas Sabater, las novedades en tratamientos. El doctor avanzó que están a punto de salir tres tratamientos en una conferencia que también trató sobre qué puede hacer la persona con EM para encontrarse mejor.

Los nuevos tratamientos por la EM son:

Kesimpta. Es una solución inyectable indicada para la esclerosis múltiple remitente-recurrente. Este tratamiento es autoadministrado por la persona con EM. Kesimpta es una terapia dirigida a las células B que ha demostrado eficacia y seguridad comparada con la teriflunomida, un tratamiento de primera línea para la EM.

Ponvory. Se trata de comprimidos para personas con esclerosis múltiple remitente-recurrente. Este tratamiento reduce la frecuencia de recaídas.

Zeposia. También con comprimidos y también para la esclerosis múltiple remitente-recurrente. Tanto este tratamiento como Ponvory evitan la monotorización de los electrocardiogramas y presentan menos efectos secundarios que el fingolimod.

Otros fármacos que están en investigación ahora

  • Evobrutinib (Merck). Es un fármaco administrado por vía oral e inhibidor de la tirosina quinasa de Bruton (BTK), reduce sustancialmente las lesiones cerebrales activas en el EM remitente-recurrente.
  • Tolebrutinib (Sanofi). Este tratamiento reduce las lesiones cerebrales en pacientes con esclerosis múltiple remitente-recurrente.
  • Fenebrutinib (Roche). Este tratamiento para la EM primaria progresiva tiene influencia en las células microglias del cerebro, hecho que incide en la ralentización de la enfermedad.

Los 3 tratamientos actúan selectivamente sobre células autorreactivas y respetan las células importantes por la inmunidad de las personas con EM. Paralelamente, también se investigan otros tratamientos como masitinib, ublituximab o vidofludimus calcium, entre otros.

El doctor Hernández concluyó que cada vez existen más fármacos eficaces y seguros y esto permite una medicina más personalizada. En este aspecto, señaló que en estos momentos se están estudiando fármacos que inciden en las fases progresivas y neurodegenerativas de la enfermedad, donde todavía no existen suficientes tratamientos eficaces.

Terapia Celular

Durante la conferencia, la neuróloga Núria Solà del Hospital Sant Joan de Reus abordó la terapia celular, es decir, la implantación de nuevas células en el tejido para poder tratar a la EM. Hay dos tipos, la basada en células madre y la inmunoterapia.

La doctora habló del trasplante autólogo de progenitores hematopoyéticos, que realiza una inicialización del sistema inmunitario. La doctora explicó que no existe evidencia de que este trasplante sea curativo, pero que sí puede dar estabilización prolongada de la EM o cambiar el curso agresivo de la enfermedad.

Para recibir un tratamiento como este es necesario tener una EM agresiva y ser una persona joven, ya que las personas jóvenes tienen una mayor capacidad de regeneración. Por último, la doctora se refirió a dos estudios que están en marcha ahora de los hospitales Germans Trias i Pujol y el Clínic sobre células dendríticas a la hora de frenar el adelanto de la EM con terapia celular que tendrán resultados entre 2024 -2025.

Hábitos de vida saludable

La neuróloga Paula Rodríguez del Hospital Universitario Joan XXIII se centró en qué puede hacer una persona con EM para encontrarse mejor. Incidió en evitar el tabaco, la buena hidratación y la alimentación. En cuanto a alimentos, destacó que no existe evidencia científica de ninguna dieta para la EM más allá de la sana y saludable. En este aspecto recomendó verduras y frutas y menos consumo de carne, alcohol, bebidas azucaradas y grasas de origen animal. También aconsejó realizar actividad física moderada como caminar, terapia acuática, yoga o pilates; cuidar la fatiga haciendo descansos a menudo antes de que se agote toda la energía y cuidar la salud mental, enfatizando las relaciones sociales o con la ayuda de profesionales si es necesario.

El impacto emocional

La jornada terminó con la psicóloga de la FEM en Reus, Dolors Sans, que repasó las diferentes etapas por las que pasa una persona con EM, desde el impacto del diagnóstico y las fases iniciales, hasta cuando la persona puede tener una EM más agresiva en fases más avanzadas.

La psicóloga explicó que en la fase inicial la persona puede sentir rabia, tristeza y angustia y que los sentimientos oscilan mucho. Además, existe el choque emocional de la enfermedad, y a menudo se tiene una sensación de fragilidad y de pérdida de la invulnerabilidad. En esta etapa, la psicóloga habló de la necesidad de darse tiempo para integrar la EM y sobre todo, de diferenciar el diagnóstico del hecho de estar enfermo, ya que hay personas con EM que pueden realizar una vida prácticamente normal.

En una segunda fase de la EM, si la enfermedad evoluciona de forma que se pierdan capacidades, o si se dan brotes y es necesario adaptarse a las nuevas circunstancias, la psicóloga aconsejó trabajar mucho las relaciones sociales como un antidepresivo natural, trabajar también el autocuidado y la capacidad de adaptación. Sin embargo, advirtió que si las personas tienen dolor y fatiga se produce también un malestar emocional que es necesario abordar.

Por último, en fases avanzadas, cuando existen complicaciones de salud, riesgo de caídas y restricciones en la participación social, la psicóloga destacó la importancia de externalizar la cura a una persona cuidadora. Explicó que aunque esté mal visto socialmente que la persona cuidadora no sea la pareja, los roles de cuidador y de pareja son muy diferentes. Dolors Sans remarcó asimismo la importancia de aprender a pedir ayuda.

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