Cerca de 9.000 personas conviven con esclerosis múltiple en Cataluña. La mayoría son diagnosticadas entre los 20 y los 40 años. El 85% presenta una enfermedad con períodos de exacerbación de los síntomas, brotes, alternados con otros más leves. Sin embargo, a pesar de los diferentes tratamientos actuales, en muchos casos ésta sigue progresando y deriva a un estado de EM avanzada.
De hecho, cuando el EM avanza los síntomas y las dificultades causadas por la esclerosis múltiple afectan significativamente a la calidad de vida. En este sentido, la persona tiene varios síntomas de forma simultánea y recurrente. Por ejemplo, la pérdida de movilidad, incontinencia, deterioro cognitivo, fatiga, problemas de habla y disfagia y disfunción sexual, entre otros. Asimismo, existe una discapacidad física significativa.
Curas proporcionadas por la familia
En este punto, la persona con EM deja de ser autónoma. Aproximadamente un tercio de las personas con esclerosis múltiple necesita algún tipo de ayuda en su día a día. En este sentido, el 80% de los cuidados son proporcionados por la familia. Por este motivo, la Fundación Esclerosis Múltiple centrará sus esfuerzos este año en poner de relieve el rol de la persona cuidadora en esta fase de la enfermedad y la rehabilitación como tratamiento eficaz.
Ante este contexto, la persona con EM debe afrontar nuevos retos, así, lo explica Irene Bolea, diagnosticada hace 18 años. “Cada día es una adaptación y se debe ser fuerte mentalmente. A medida que la enfermedad avanza, debes tomar decisiones y cambiar de hábitos para que sea más fácil convivir con la esclerosis múltiple y no dejar que tome el control de tu vida”.
Aprender a cuidarse y cuidar a los otros
La discapacidad causada por la EM avanzada afecta inevitablemente al entorno de la persona y la familia. Las personas cuidadoras se convierten en el principal apoyo emocional y físico. Estas asumen tareas de cuidado físico y emocional, administrativas, domésticas, al tiempo que supervisan actividades de la vida diaria. En este sentido, casi en el 64% de los casos les impide realizar actividades que eran importantes para ellas. La sobrecarga puede provocar estrés, ansiedad, depresión, fatiga… Especialmente cuando la persona con EM presenta discapacidad o alteraciones cognitivas.
Como es el caso de Marta Costa, pareja y cuidadora de Quim Serra. “Convivir con una persona con EM supone una serie de retos que ponen a prueba la paciencia y piden gran dosis de comprensión y dedicación. Hubo un momento en que yo ya no podía más con él. No me quejaba de la enfermedad, me quejaba de su no aceptación. Cuando aceptó su dependencia, empezamos a vivir en plenitud. Durante ese tiempo, él ha aprendido a dejarme mi espacio. Me siento querida y veo que somos un buen equipo”.
La relación de la vision en la esclerosis multiple y como afecta la enfermedad a la vision(vision doble , problemas de vision etc)