Enfermedades neurológicas, ¿qué tipos son más frecuentes?

El Alzheimer, el Parkinson, la Esclerosis Múltiple o la ELA son algunos de los trastornos más comunes y pese a tener orígenes parecidos, cabe destacar las características de cada uno.

Las enfermedades neurológicas abarcan un amplio espectro de patologías que afectan el sistema nervioso central y periférico, ya sea el cerebro, la columna vertebral o a los nervios que los conectan. Algunas comparten ciertos mecanismos de deterioro neuronal, pero sus síntomas y evolución varían significativamente. Sus manifestaciones neuropatológicas y clínicas son muy diversas y pueden afectar a la movilidad, el lenguaje, la memoria o el razonamiento, entre otras, derivando en una pérdida progresiva de la autonomía.

Estas patologías afectan a más de 1 de cada 3 personas y, a menudo, se relacionan con factores genéticos, la edad o el estilo de vida de las personas que las desarrollan. Su complejidad tiene que ver con la del cerebro y su papel fundamental en el funcionamiento humano. Aunque puede haber algunas de pasajeras y sencillas, como los dolores o cefaleas, también existen las degenerativas.

Por lo general, todas las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por un proceso progresivo de degeneración neuronal en el cerebro u otras partes del sistema nervioso central o periférico. Su principal diferencia son los grupos neuronales o las áreas cerebrales que se ven afectadas en cada caso, dando paso a síntomas y evoluciones distintas.

Pese a ello, algunas patologías neurodegenerativas tienen sintomatologías y alteraciones parecidas, lo cual dificulta la identificación precisa y temprana del diagnóstico. A continuación, repasamos las características de las enfermedades de este tipo más comunes.

Tipos más comunes de enfermedades neurológicas degenerativas

Según la OMS, más de 3.000 millones de personas conviven con algún tipo de enfermedad neurodegenerativa en todo el mundo. Además, a este tipo de afecciones se le atribuye la principal causa de discapacidad a nivel global, que ha aumentado en un 18% desde el año 1990. Existen muchas formas de lesiones y afecciones neurológicas, pero hay algunas que son más comunes entre la población general.

Alzheimer y demencia

El Alzheimer es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente, con unos 800.000 casos en España, y la principal causa de demencia. Sus características clínicas se basan en la pérdida de la memoria, aunque presenta otros síntomas tanto cognitivos como conductuales. Por lo general, esta enfermedad neurológica puede provocar efectos como:

  • Alteraciones en el lenguaje.
  • Dificultades de orientación temporal, espacial y personal.
  • Problemas para la planificación de tareas o la resolución de problemas.

Esta es una patología progresiva e irreversible con un origen en dos anomalías neurológicas. Por un lado, la acumulación de placas de proteína beta-amiloide, cuyo inicio se da años antes de la irrupción de los primeros síntomas del Alzheimer. Por otro lado, resulta determinante la aparición de ovillos neurofibrilares de proteína Tau.

Parkinson

La enfermedad de Parkinson es el paradigma de los trastornos neurodegenerativos relacionados con las alteraciones del movimiento, cuyos síntomas principales son:

  • El temblor
  • El enlentecimiento de los movimientos
  • La rigidez muscular

Además de estos, con el paso del tiempo pueden aparecer alteraciones del estado del ánimo o de la conducta, afectación del habla, problemas de sueño y dificultades cognitivas, conduciendo hacia una discapacidad progresiva.

Según la Sociedad Española de Neurología, en España hay entre 120.000 y 150.000 personas que tienen Parkinson, con un aumento anual de 10.000 nuevos casos. Por otro lado, aunque esta patología acostumbra a afectar a la población mayor de 60 años, actualmente un 15% de las personas con Parkinson son menores de 50.

En este caso, la causa principal de su aparición es un daño sucesivo y la degeneración de las neuronas dopaminérgicas. Estas células nerviosas son las encargadas de producir dopamina, cuya función es esencial para el movimiento.

Esclerosis Múltiple

La Esclerosis Múltiple es una enfermedad neurológica autoinmune que afecta el sistema nervioso central, el cerebro y la médula espinal, y a sus células. Se calcula que afecta a más de 1,8 millones de personas en el mundo, es más habitual en las mujeres y se acostumbra a diagnosticar entre los 20 y los 40 años.

Su desarrollo puede darse en forma de brotes o de manera progresiva y tanto la intensidad como la progresión pueden ser muy distintas de un caso a otro. Por lo general, los principales síntomas de la EM son:

  • La fatiga
  • La debilidad muscular
  • La falta de equilibrio
  • Los problemas cognitivos
  • Las alteraciones de sensibilidad
  • Las dificultades de movilidad

En el caso de la Esclerosis Múltiple, el origen de su aparición es el ataque por error del sistema inmunitario al propio sistema nervioso dando como resultado una afección desmielinizante inflamatoria. Esta alteración interrumpe los impulsos eléctricos y dificulta la transmisión de mensajes entre las neuronas y genera una amplia variedad de síntomas. Hoy en día, no está claro qué desencadena este ataque a la mielina, pero se estima que en el proceso pueden intervenir tanto factores genéticos como ambientales.

Esclerosis Lateral Amiotrófica

La Esclerosis Lateral Amiotrófica o ELA es una enfermedad neurodegenerativa rara, de baja frecuencia, que afecta las neuronas del cerebro y de la médula espinal. Pertenece a un grupo más amplio de patologías llamadas “de la motoneurona”, causadas por una degeneración progresiva de las neuronas motoras, que establecen la comunicación entre el cerebro, la médula espinal y los músculos de todo el cuerpo, para ordenar el movimiento.

En cuanto a sus síntomas, normalmente consisten en debilidad muscular y falta de coordinación. Estos aparecen a partir de los 50 años y empeoran a lo largo del tiempo, derivando en dificultades para caminar, levantar peso, tragar, hablar o respirar.

Aunque en algunas ocasiones se puede confundir la ELA con la Esclerosis Múltiple, el daño neurológico de cada una es muy distinto y, por lo tanto, provocan unos síntomas diferentes en cada caso.

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