Tipos de Esclerosis Múltiple: una realidad diversa

La esclerosis múltiple es una condición neurológica que se divide en cuatro tipos. Te explicamos cómo distinguirlos y qué características tiene cada uno.

La Esclerosis Múltiple (EM) es un trastorno autoinmune que afecta al sistema nervioso central. En este caso, el sistema inmunitario ataca por error la cubierta protectora de las fibras nerviosas; en este proceso, se genera inflamación y la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo se puede alterar, dando como resultado distintos síntomas neurológicos.

Existen diferentes variantes de esclerosis múltiple según su evolución, y conocerlas es clave para su abordaje.

Ahora bien, es importante tener en cuenta que cada persona vive la EM de forma diferente. Por eso, conocer los tipos de esclerosis múltiple más frecuentes no solo ayuda a entender mejor cómo puede evolucionar, sino que también facilita tomar decisiones compartidas con las personas profesionales sanitarias sobre el tratamiento más adecuado en cada caso.

Actualmente se reconocen cuatro tipos principales de EM. Estas variantes de esclerosis múltiple son: el síndrome clínicamente aislado, la EM remitente-recurrente, la EM secundaria progresiva y la EM primaria progresiva. En términos generales, estas formas o tipos de esclerosis múltiple sirven para describir el curso que puede seguir la EM, aunque no determinan de forma definitiva cómo será su evolución a lo largo del tiempo.

Síndrome clínicamente aislado (SCA)

El síndrome clínicamente aislado se considera, en muchos casos, la primera manifestación de la EM. Se trata de un episodio inicial de síntomas neurológicos provocados por inflamación y desmielinización en el sistema nervioso central. No obstante, este episodio único no es suficiente para confirmar un diagnóstico de EM.

Algunas personas no vuelven a experimentar síntomas tras este primer episodio. Otras, en cambio —sobre todo si presentan lesiones visibles en la resonancia magnética o ciertas alteraciones en el líquido cefalorraquídeo— pueden tener un mayor riesgo de desarrollar EM. Por esta razón, en determinadas situaciones se recomienda iniciar un tratamiento incluso antes de confirmar el diagnóstico, ya que diversos estudios han demostrado que una intervención temprana puede retrasar la aparición de nuevos brotes.

Esclerosis Múltiple remitente-recurrente (EMRR)

La EM remitente-recurrente es la forma más común dentro de los tipos de esclerosis múltiple, y afecta aproximadamente al 85 % de las personas con diagnóstico confirmado. Se caracteriza por la aparición de brotes o recaídas: períodos en los que surgen nuevos síntomas o se agravan los ya existentes. Posteriormente, estos brotes van seguidos de fases de remisión, durante las cuales los síntomas pueden desaparecer total o parcialmente.

Durante estos períodos de remisión, muchas personas experimentan cierta estabilidad, e incluso pueden notar mejoría. Sin embargo, con el tiempo, la acumulación de lesiones puede dificultar que el sistema nervioso se recupere por completo, lo que aumenta la posibilidad de que algunos síntomas se mantengan de forma más persistente.

Esclerosis Múltiple secundaria progresiva (EMSP)

Esta forma pertenece a los tipos de esclerosis múltiple con evolución progresiva. A medida que pasa el tiempo, muchas personas que han convivido con una forma remitente-recurrente de EM pueden evolucionar hacia una forma progresiva. Este es el caso de la Esclerosis Múltiple secundaria progresiva, que puede aparecer entre 10 y 20 años después del diagnóstico inicial, aunque cada caso es diferente.

En la EMSP, los síntomas tienden a empeorar de forma más constante, aunque pueden seguir produciéndose recaídas. En algunos momentos, esta forma de EM puede clasificarse como “activa”, si hay recaídas o nuevas lesiones visibles en pruebas de imagen, o “no activa”, si no hay señales de actividad reciente. Además, se puede hablar de que hay o no hay progresión, en función de si aumenta o no la discapacidad neurológica con el tiempo.

Esclerosis Múltiple primaria progresiva (EMPP)

La Esclerosis Múltiple primaria progresiva representa entre el 10 % y el 15 % de los diagnósticos de esclerosis múltiple. A diferencia de las formas anteriores, en este tipo no hay brotes desde el inicio. En lugar de eso, los síntomas empeoran de manera progresiva desde los primeros signos. Eso sí, la progresión no siempre es constante. Puede haber momentos de cierta estabilidad o, por el contrario, fases de empeoramiento más rápido. A veces, también se detecta actividad en las pruebas de imagen, lo que permite ajustar el seguimiento y el tratamiento. Como ocurre con el resto de tipos de EM, cada persona vive su proceso de forma distinta, lo que hace fundamental un abordaje personalizado y cercano.

¿Y la EM progresiva recurrente?

En algunos textos todavía se menciona una forma denominada de EM progresiva recurrente. Se trata de un tipo en el que los síntomas progresan desde el principio, pero con brotes añadidos. Sin embargo, esta categoría ha caído en desuso, ya que hoy en día se considera una variante variante de esclerosis múltiple dentro del espectro de la EM primaria progresiva con actividad.

Más allá de las etiquetas

Aunque estas categorías ayudan a entender mejor la EM, es importante recordar que no son compartimentos cerrados. Cada experiencia es única, y muchas personas pueden no encajar exactamente en una sola clasificación.

Afortunadamente, en los últimos años la investigación ha avanzado mucho. Hoy existen más de 20 tratamientos modificadores de la EM, especialmente eficaces en las formas recurrentes, y se está trabajando intensamente para encontrar nuevas opciones para la EM progresiva.

Convivir con la EM puede suponer un reto, sí. Pero también es cierto que existen recursos, apoyos y tratamientos que permiten a muchas personas mantener su calidad de vida y avanzar en sus proyectos. Un diagnóstico precoz, un seguimiento continuo y una actitud activa pueden marcar una gran diferencia en el día a día.

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Conocer los tipos de esclerosis múltiple es solo un paso. Cada persona recorre su propio camino, y contar con apoyo es esencial. En la Comunidad EM encontrarás información útil, experiencias reales y recursos validados por profesionales. Únete gratis para recibir contenidos actualizados sobre las distintas variantes de esclerosis múltiple y cómo abordarlas de forma activa.

Referencias:

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