Los síntomas invisibles de la esclerosis múltiple

Muchos de los síntomas de la esclerosis múltiple son fruto de la alteración de la capacidad nerviosa y, en muchos casos, no se ven a simple vista. Esto puede hacer que las personas que los experimentan tengan dificultades para explicarlos y se sientan poco comprendidas.

Los síntomas invisibles de la esclerosis múltiple impactan profundamente en la vida de quienes la enfrentan, tanto por sus efectos como por su condición imperceptible. Muchas personas con esclerosis múltiple expresan que resulta especialmente difícil y estresante vivir con estos síntomas y lograr que quienes les rodean los comprendan.

La esclerosis múltiple (EM) hace que el sistema inmunitario ataque por error a la mielina, que es la capa protectora que envuelve las fibras nerviosas del cerebro y de la médula espinal. Este ataque provoca una inflamación que altera la capacidad de los nervios para conducir los impulsos eléctricos. Por eso, los síntomas pueden variar ampliamente según la gravedad del daño nervioso y de los nervios afectados.

Por un lado, pueden afectar distintos puntos y funciones del cuerpo; pueden aparecer, desaparecer e, incluso, cambiar con el tiempo; y pueden ser más o menos graves. Por eso, cada persona vive la esclerosis de una forma diferente.

Por otro lado, hay síntomas de la esclerosis múltiple que se hacen evidentes tanto para quien los vive como para la gente de su alrededor, como los espasmos o los problemas en el habla. En cambio, hay otros que pueden pasar desapercibidos para familiares y amistades de las personas con EM. Son los conocidos como síntomas invisibles.

¿Qué son los síntomas invisibles de la Esclerosis Múltiple?

Antes de recibir el diagnóstico de esclerosis múltiple, hay algunos síntomas que pueden generar más preocupación que otros. A menudo, hormigueos, fatiga o mareos no despiertan tantas alarmas como lo hacen los temblores, las pérdidas de equilibrio o los trastornos esfinterianos.

Además de esto, una vez diagnosticada la EM, muchos de sus efectos pasan desapercibidos y esto puede resultar frustrante para quienes los están viviendo. A veces, puede sorprender que amistades o familiares no entiendan la variedad de los síntomas y los efectos que pueden tener en sus seres cercanos que viven con EM.

Por lo tanto, no están desatendiendo estos síntomas, sino que no son conscientes del efecto que tienen y necesitan un recordatorio.

¿Qué síntomas de la EM son invisibles?

Entre los signos invisibles de la esclerosis múltiple, hay algunos que son muy comunes y que experimentan la mayoría de las personas con EM, en mayor o menor grado. Son un ejemplo:

  • La fatiga. Este es un síntoma muy habitual de la esclerosis múltiple y se describe como una sensación abrumadora de cansancio sin motivo aparente. Además, la fatiga puede derivar directamente de la afectación de la EM sobre el sistema nervioso, o puede ser consecuencia de otros síntomas.
  • Problemas de vejiga. Estas dificultades también son muy comunes entre las personas con EM, aunque no se puedan percibir a simple vista. Los problemas pueden incluir una necesidad urgente y frecuente de ir al baño, dificultades para vaciar la vejiga o incontinencia
  • Problemas de visión. La esclerosis múltiple puede afectar la visión de diferentes maneras, como neuritis óptica, visión doble o movimientos involuntarios de los ojos. Estas afectaciones pueden ser muy molestas y poco perceptibles para el resto de las personas.
  • Problemas intestinales. Se estima que 7 de cada 10 personas con EM tienen algún tipo de problema intestinal, sea estreñimiento o incontinencia. Esta situación puede generar mucha angustia y no se acostumbra a percibir desde el exterior.
  • Dolor. Este es un síntoma muy común en la esclerosis múltiple y puede afectar significativamente a la vida cuotidiana. El dolor se puede manifestar de formas muy distintas y cada persona lo experimenta de una forma particular. Justamente por eso, además de resultar invisible, también es el síntoma más difícil de describir y combatir.
  • Ansiedad. Además de los signos físicos, la incertidumbre de la EM y la impredecibilidad de sus síntomas pueden afectar significativamente a la salud mental. La ansiedad es una de las afectaciones más comunes, pero también es habitual vivir estrés, o incluso, depresión. Nuevamente, esta reacción no siempre es perceptible para el resto de la gente y, además, puede derivar en afectaciones físicas, como alteraciones del sueño, un aumento de la fatiga o un incremento de la incontinencia.
  • Problemas sexuales. Se estima que entre el 40% y el 80% de las mujeres con EM y entre el 50% y el 90% de los hombres experimentan problemas sexuales en algún momento y que más del 67% viven síntomas de disfunción. En general, los efectos más comunes en esta población son la reducción de la sensibilidad genital, la disminución de la libido y de la lubricación vaginal, disfunción eréctil o dificultades a la hora de tener orgasmos.

 

Además de los anteriores, hay otros síntomas de la esclerosis múltiple que pueden resultar invisibles para las personas que no conviven con ellos. Son un ejemplo los problemas de memoria, equilibrio o deglución, las dificultades cognitivas o los problemas de oído. Asimismo, cada persona vive la EM de una forma particular y experimenta sus síntomas de una forma concreta.

Por eso, es fundamental prestar atención a las afectaciones que pasan inadvertidas por el resto y pedir el apoyo que sea necesario en cada momento. Por otro lado, para los familiares y las amistades de personas con EM es importante recordar que existen estos síntomas invisibles y ser proactivos a la hora de mostrar interés en su estado de ánimo, así como mostrar predisposición para ayudar en lo que sea necesario.

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