Si tienes EM, es posible que estos cambios en la cocina te ayuden
Publicado el
08-09-2016
Aunque llevar una buena alimentación es fundamental, la fatiga o los problemas de movilidad derivados de la esclerosis múltiple (EM) dificultan elaborar comidas saludables. Además, si la cocina está abarrotada de utensilios inservibles y muebles poco funcionales, el fracaso está asegurado.
Para evitar acabar calentando platos precocinados en el microondas, quizás sea una buena idea adaptar la cocina a los síntomas de la EM. A continuación, proponemos algunos consejos para hacer de la cocina un lugar funcional:
Problemas de movilidad
- Quitar la puerta o los estantes que hay debajo del fregadero o de la encimera para dejar espacio para un taburete o una silla de ruedas. Se puede colocar una cortina si se desea cubrir el espacio abierto mientras no se utiliza.
- Cambiar algunos de los estantes superiores de los armarios bajos por estantes deslizantes. Guardar en estos estantes los utensilios que más se utilizan.
- Colocar el microondas en un armario bajo o en la encimera para que sea accesible.
- Comprar una sartén eléctrica para no tener que usar los fogones.
- Cambiar los grifos de llave por grifos de mango largo que puedan manejarse con pinzas de alcance.
Poca destreza
- Cambiar los pomos de los armarios por tiradores, que permiten agarrar mejor.
- Utilizar utensilios con mangos grandes, pues son más fáciles de manejar. Pueden fabricarse en casa con empuñaduras de goma.
- Forrar los estantes con papel con relieve para evitar que los vasos, las tazas o las sartenes se deslicen fuera de los estantes.
- Utilizar un cuchillo balancín. Es más seguro y no se necesita una segunda mano para estabilizar la comida que se corta. También puede ser una buena idea utilizar guantes anticorte cuando se usan cuchillos de cocina.
Pérdida de fuerza
- Colocar una alfombrilla resistente al calor sobre la encimera al lado de la cocina para deslizar las sartenes al sacarlas de los fogones en vez de levantarlas.
- Instalar bisagras de cierre suave en los armarios para que sea más fácil abrirlos y cerrarlos.
Fatiga
- Reservar una parte de la encimera o de la mesa como área de uso diario. Colocar los productos o los utensilios que se utilizan habitualmente, como la cafetera o el abrelatas, a poca distancia para que sean alcanzables.
- Fijar ganchos de plástico desmontables en los laterales de un armario para poder colgar las manoplas, los trapos o las sartenes que pesen poco.
- Dejar una silla o un taburete en la cocina para poder sentarse en la mesa mientras se prepara la comida.
Problemas de visión
- Marcar los límites de la encimera con cinta adhesiva de colores en zona donde se prepara la comida para ver los productos y los utensilios que pueden caerse.
- Colocar una lámpara en la parte posterior de la encimera o en una mesa para tener más luz cuando se necesite.
Problemas cognitivos
- Leer toda la receta antes de prepararla. Reunir los ingredientes y utensilios necesarios antes de empezar a hacerla.
- Los cambios deben aplicarse según los síntomas de cada persona. Adaptar la cocina permite mejorar la calidad de vida, reduciendo la frustración y enriqueciendo la alimentación.
Acceso al documento original:
Hack Your kitchen http://www.momentummagazineonline.com
Disponible en: http://www.momentummagazineonline.com/hack-your-kitchen/
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