Sergi Pacheco: “Cuanto antes aceptes lo que te toca vivir mejor lo llevarás”

Sergi Pacheco tiene 33 años. Dos meses después de casarse le diagnosticaron esclerosis múltiple primaria progresiva. Fue el 9 de enero de 2017, justo el día que debía comenzar un nuevo trabajo. Hoy reconoce que la esclerosis múltiple le corta las alas en algunos aspectos.

– ¿Cómo afecta la esclerosis múltiple a tu vida?

– Ya no trabajo, soy pensionista y hay muchas cosas que no puedo hacer. La EM te corta mucho las alas en algunos aspectos. Si antes andabas 20 kilómetros y lo hacías bien, ahora caminar uno es como hacer 20 antes y te afecta mucho a nivel físico y mental.

– ¿Cómo ha sido la evolución de la enfermedad?

– No podía levantar el pie izquierdo y a partir de ahí el médico me dijo que mejor que fuera al neurólogo. Aquí apareció la esclerosis múltiple. En estos dos años que llevo diagnosticado, la enfermedad ha progresado. He recuperado el movimiento del pie, pero han aparecido la fatiga, la pérdida de equilibrio, el temblor en la mano y otros síntomas. Van apareciendo síntomas y te tienes que ir adaptando, ir buscando salidas y no dejar que la enfermedad te hunda. Hay que estar muy fuerte mentalmente.

– ¿Cuándo dejaste de trabajar?

Me diagnosticaron el 9 de enero de 2017. Justo ese día tenía que empezar a trabajar en una empresa nueva y llamé y dije que me acababan de diagnosticar una enfermedad grave y que no iría. Tuve la suerte de que la empresa fue muy buena y me dijeron que empezara más tarde, en febrero. Empecé en febrero, trabajé dos semanas y cogí la baja. Trabajar implicaba desplazarse cada día a Barcelona y yo vivo en Vilaseca. Era una sobrecarga que no podía aguantar. Porque era subir al tren, trabajar, volver a subir al tren y estar 14 horas fuera de casa todos los días. Todo esto no me ayudaba nada. Estuve un año de baja, fui al tribunal y ya soy pensionista. Si me preguntas si me lo esperaba con 33 años, la respuesta es no.
En estos dos años que hace que estoy diagnosticado han aparecido síntomas y te tienes que ir adaptando, ir buscando salidas y no dejar que la enfermedad te hunda

– ¿A qué te dedicabas?

– Soy ingeniero técnico de Telecomunicaciones. Yo no había estudiado para ello, pero las cosas van como van y mi filosofía dice que cuanto antes aceptes lo que te toca vivir mejor lo llevarás.

– ¿Cómo se lo tomó tu entorno?

– He tenido mucha suerte. Es difícil aceptar la ayuda, pero debes saber aceptar que tu entorno te ayude cuando tú no puedes.

-Ya diagnosticado de la enfermedad decides tener una criatura.

– Sí.

– ¡Cuéntanos un poco más!

– Recién diagnosticado tomé un tratamiento que también era muy nuevo y no sabíamos cómo podría afectar, así que el embarazo lo hicimos por inseminación. Le pregunté a mi esposa si estaba segura de querer un hijo, aunque yo no podría hacer lo que hacen otros padres y me dijo que sí. Decidimos que mejor salir adelante en ese momento que no pasados ​​cinco años, que no sé cómo estaré. Así que salimos adelante y muy bien. Ahora la niña aún no camina, cuando camine ya veremos cómo va todo.

– ¿Te gusta mucho hacer deporte?

– ¡Sí! Hacía mucho deporte hasta que fui a trabajar a Barcelona. Como estaba todo el día fuera de casa me costaba encontrar el momento para hacerlo porque la fatiga no apareció el día que me diagnosticaron. Yo ya hacía años que la tenía, aunque no de la misma manera que ahora. A mí me diagnosticaron dos meses después de casarme. Venía de hacer un viaje de 27 días en Vietnam, que es un viaje que aguanté bien, pero que ahora no podría hacer con las mismas condiciones.
Hace poco que he sido padre. Le pregunté a mi esposa si estaba segura de querer un hijo, aunque yo no podría hacer lo que hacen otros padres y me dijo que sí

– Cuando piensas en perspectiva, ¿ves síntomas que tenías antes y de los que no eras consciente?

– Sí. Veo cosas que yo antes atribuía al hecho de ir cada día a Barcelona. Pensaba que estaba cansado por ello. Recuerdo hace siete años que hicimos una excursión a Montserrat con compañeros de trabajo y que subieron todos y yo subí, pero llegué el último y no entendía por qué. Mi mujer me decía que no quería hacer nada, que siempre estaba cansado. Son cosas que ves cuando te diagnostican. Ahora mi mujer me dice que entiende muchas cosas.

– Haces neurorehabilitación en el centro de Mas Sabater de Reus. ¿Cómo te va?

– Considero que bien. Todo el esfuerzo físico que puedas hacer en tus capacidades es valorable. Ayer caminé dos kilómetros a pesar de mis complicaciones y hoy me siento mejor. Ayer estaba agotado del esfuerzo, pero hoy estoy bien.

– También le das mucha importancia a la alimentación.

– Sí. He eliminado muchas cosas de mi dieta como la sal, el azúcar. Hay gente que me dice que esto es muy difícil, pero solo es cuestión de mentalizarse. Lo estoy haciendo por mí, por mi bien y por el de mi entorno.
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