La aparición de la covid-19 ha generado la necesidad de saber más sobre la esclerosis múltiple en relación con el coronavirus. El estudio que lidera el doctor Luis Brieva pretende responder a las siguientes preguntas:
- ¿La covid-19 aumenta la probabilidad de brotes en pacientes con esclerosis múltiple que siguen tratamiento?
- ¿Hay algún tratamiento en particular usado en la esclerosis múltiple que debemos evitar a estas alturas?
- ¿Existe algún tratamiento que podría servir como terapia puente hasta que pase la pandemia?
Para obtener respuestas se ha diseñado un estudio prospectivo, multicéntrico que recoge muestras seriadas (en los tiempos basal, 3, 6 y 12 meses) de pacientes tratados con cualquier fármaco modificador de la enfermedad utilizado en la EM, con independencia de que se trate de una forma en brotes o progresiva.
Intentando coincidir con las analíticas que corresponden a cada paciente como parte del monitorización de su tratamiento se extrae un tubo de plasma y uno de suero adicionales en que se determina la presencia o ausencia de anticuerpos contra el SARS-Cov-2, que es el virus que produce la covid-19. Asimismo se evalúa un perfil de citoquinas para conocer el funcionamiento del sistema inmunológico, si está más o menos activo, si funciona mejor o peor, tanto desde el punto de vista de la protección contra la EM como de la covid-19.
El doctor Luis Brieva ha avanzado que en pocas semanas se analizarán los primeros 200 pacientes para obtener datos de seroprevalencia. Es decir qué porcentaje de pacientes en tratamiento de EM ha pasado ya la infección, sin saberlo. El porcentaje de infectados en la población estudiada dará una primera idea y las primeras pistas para saber si esta prevalencia es diferente respecto a la población general de la misma comunidad y entre comunidades.
¿Pasar la covid-19 aumenta el riesgo de brotes?
Con ello se tratará de discernir el efecto de la propia EM (enfermedad autoinmune) o del tratamiento utilizado en la EM (inmunomoduladores / inmunosupresores) sobre la posibilidad de adquirir la covid-19. Durante un año se hará seguimiento y se detectarán seroconversiones, es decir cambio de estatus de negativo a positivo en el test de anticuerpos contra el virus. Este dato ayudará a saber si hay relación con la actividad de la esclerosis múltiple, es decir si pasar la covid-19 aumenta el riesgo de brotes.
“La posibilidad de disponer de datos previos a una posible vacuna nos dará la oportunidad de evaluar el efecto de la misma, desde el punto de vista clínico e inmunológico. En los pacientes que la reciban se podrá comparar la evolución de la EM antes y después de la vacuna”, explica el neurólogo que lidera el estudio.
¿La investigación de la covid-19 puede obrir nuevos campos de investigación de la EM?
El doctor Luis Brieva matiza que aunque hay virus implicados en la etiología de la esclerosis múltiple como el virus Epstein Bar, no se ha publicado ningún caso de EM causada por la covid-19. “El sistema inmunológico de los pacientes con EM tratados con fármacos inmunomoduladores o inmunosupresores está en medio de una ‘tormenta perfecta‘” afirma y explica que por un lado, el sistema inmunológico de los pacientes con EM ya está alterado con una pérdida de tolerancia a estructuras propias, el sistema nervioso central. Por otra parte, dice, todos los pacientes con EM tratados toman fármacos que modulan o disminuyen cualitativa y/o cuantitativamente la actividad del sistema inmunológico. “En general el efecto de los fármacos de la esclerosis múltiple sobre el sistema inmunológico favorece en mayor o menor medida las infecciones, generalmente banales pero en el caso de algunos fármacos producen un riesgo de infecciones específicas precisando una monitorización para su prevención. Si la covid-19 es una de esas infecciones o no, esta es una pregunta que también trataremos de contestar.” afirma Brieva.
El neurólogo recuerda que algunos de los fármacos utilizados en la esclerosis múltiple tienen un potencial antiviral como el interferón o la teriflunomida. También algunos de los fármacos utilizados en la fase más agresiva de la covid-19 son inmunosupresores similares a los que se utilizan en la esclerosis múltiple como el tocilizumab. Por tanto, señala “conviene ser prudentes a la hora de emitir juicios sobre los efectos beneficiosos o perjudiciales de un determinado fármaco utilizado en la EM y se necesita generar conocimiento con estudios de este tipo para poder aconsejar a nuestros pacientes tratados con más evidencia científica de la que hoy tenemos.”
Muchas personas con EM de Lleida
La investigación se desarrolla en colaboración con el servicio de Inmunología del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona y veinte centros más, entre ellos el Hospital de Figueres, el Josep Trueta / Santa Caterina de Girona, el Moisès Broggi, Sant Joan de Reus, Taulí de Sabadell, el Hospital del Mar, el Clínic, Verge de la Cinta de Tortosa y Santa Creu i Sant Pau.
Hasta ahora, la mayoría de los pacientes que participan en el estudio, 160, proceden del Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. Sin embargo, otros centros han reclutado pacientes y en este momento más de 200 personas colaboran en el estudio, una cifra que tenderá a augmentar. No hay un límite de pacientes que puedan acceder al estudio. La ayuda solicitada al ministerio es para los primeros 300 pacientes pero Luis Brieva sigue buscando financiación para ampliar el número y tener una muestra representativa de todos los tratamientos disponibles en EM.
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