¿Qué debemos hacer si uno de nuestros trabajadores padece EM?

La esclerosis múltiple es una enfermedad que acostumbra a manifestarse entre los 20 y los 50 años, sin duda el período más productivo de la vida laboral. Muchos afectados toman la decisión de continuar trabajando durante muchos años, por lo menos hasta que los síntomas lo hacen insostenible. Si tenemos responsabilidades en alguna empresa y a nuestro cargo tenemos empleados que sufren EM, nuestro papel es muy importante. Con unas atenciones muy sencillas y nada costosas, podemos conseguir que el empleado se sienta plenamente integrado y realizado en su puesto de trabajo.

Uno de los principales problemas que tiene la esclerosis múltiple es que es una enfermedad totalmente imprevisible. No obstante, muchos afectados logran manejar sus síntomas, cosa que les permite continuar con la vida laboral durante un período importante de tiempo. Si somos responsables de alguna empresa en la que trabajan personas que la padezcan, debemos tener en cuenta algunas consideraciones, ya que nuestro papel es muy importante para su desarrollo profesional.
En primer lugar, debe tenerse en cuenta que la esclerosis múltiple se puede controlar. Hoy en día existen fármacos y tratamientos lo suficientemente avanzados como para que el número de días de baja durante una crisis de síntomas se reduzca. Este es el principal motivo por el cual la mayoría de afectados decide seguir trabajando, al menos durante un importante periodo de tiempo.
Otro factor que tenemos que considerar es la enorme variabilidad de la esclerosis múltiple.

Los síntomas más duros para el paciente suelen aparecer durante periodos de tiempo determinados, y son fluctuantes. Para muchos de ellos existe tratamiento clínico. Para los que no, debemos considerar seriamente facilitarle la vida al trabajador, ofreciéndole algunas ventajas adicionales en su lugar de trabajo.

Estas pueden ser una mejor acomodación en instalaciones adaptadas a su anatomía, o que trabaje con una temperatura adecuada.
El propio afectado será quien nos haga las sugerencias correspondientes, pues él es el principal conocedor de sus necesidades. Así, por ejemplo, es probable que necesite más descansos cortos, pues es una buena forma de aplacar la fatiga propia de quien sufre esclerosis múltiple. En todo caso, es probable que no lo requiera de la misma forma todos los días. Es importante señalar que la fatiga de la EM es más compleja que la de otras afecciones, y el esfuerzo personal no es suficiente para vencerla.
Por último, es muy importante el factor humano y la comprensión. El trabajador debe tener exactamente las mismas oportunidades de formación y ascenso que antes del diagnóstico. También deberemos gestionar la comprensión del resto de compañeros de trabajo. Algunos pueden no saber muy bien cómo afrontar la situación, incluso por miedo a ser demasiado serviciales.
En caso de duda, tanto la empresa como el trabajador puede contactar con la Fundació Esclerosi Múltiple.
Fuente de información:
Información para los Empleadores. Cuestiones de Trabajo. Sociedad Nacional de Esclerosis Múltiple. 2008 [acceso 21 de noviembre de 2012]. Disponible en: https://www.nationalmssociety.org/NationalMSSociety/media/MSNationalFiles/Brochures/Brochure-Informacion-Para-Empleadores.pdf

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