¿Puedo ser madre si tengo esclerosis múltiple?

Aunque la esclerosis múltiple no supone ningún impedimento para la maternidad, y se puede ser madre con esclerosis múltiple, es una decisión individual que conviene meditar y planear.

La maternidad con esclerosis múltiple es un tema sobre el que se han hecho numerosos estudios. Aunque hace años se desaconsejaba el embarazo con EM, hoy en día ha quedado demostrado que la enfermedad no supone ningún riesgo para ser madre ni interfiere con la fertilidad.

La planificación de un embarazo es un tema de preocupación recurrente entre muchas personas con esclerosis múltiple, ya que la EM se diagnostica especialmente entre mujeres en edad reproductiva. Aunque un embarazo con EM requiere preparar cuidadosamente el proceso, es totalmente seguro para la madre y para el bebé.

 

Cómo impacta la esclerosis múltiple en el embarazo

El embarazo viene con algunos cambios en la esclerosis múltiple. Por ejemplo, aunque algunos síntomas puedan empeorar (como los dolores lumbares, los problemas urinarios o el estreñimiento), generalmente el embarazo es un período de estabilidad o incluso de mejora, debido al cambio que se produce en el sistema inmunológico.

Es muy importante consultar con un profesional sanitario en estos casos, ya que muchos medicamentos para la EM están contraindicados en el embarazo y la lactancia. Según el caso, se adaptará o pausará el tratamiento y se reiniciará poco después del parto, según las circunstancias personales y preferencias de lactancia.

El parto también puede tener un efecto sobre la enfermedad, puesto que tras dar a luz el sistema inmunológico vuelve a su estado previo. Durante los siguientes seis meses, los brotes pueden ser hasta un 20% y 40% más frecuentes, por lo que es necesario planificar bien este período y, si es posible, contar con un buen soporte familiar.

 

¿La esclerosis múltiple es hereditaria?

Existe una cierta predisposición genética a tener EM. No obstante, en sentido estricto, la esclerosis múltiple no es una enfermedad hereditaria, porque no se transmite directamente de padres a hijos.

Los estudios actuales indican que los hijos de una persona con EM tienen en torno a un 2% de posibilidades de tener la enfermedad, pero no por herencia, sino por predisposición genética. No obstante, la genética no lo es todo en la EM y en las investigaciones se tienen en cuenta otros factores que podrían contribuir al desarrollo de la enfermedad, como los ambientales o epidemiológicos.

 

Decidir si tener hijos o no

En último término, la decisión de tener hijos y ser madre con esclerosis múltiple o no es profundamente personal. Se deben valorar múltiples factores, incluidos algunos propios de la enfermedad, como el grado de discapacidad actual o futuro o el apoyo familiar.

La EM es una enfermedad crónica que, en algunos casos, puede empeorar con el tiempo. Por ese motivo, no solo hay que pensar en el presente al tomar la decisión, sino también en el futuro. No obstante, una buena planificación con suficiente tiempo puede ayudar a solventar la mayoría de obstáculos y disfrutar de una maternidad plena. La experiencia de otros padres y madres con EM puede ser de utilidad para informarse y valorar todas las posibilidades.

 

Referencias

Pregnancy and Reproductive Issues. National MS Society Disponible en: https://www.nationalmssociety.org/Living-Well-With-MS/Diet-Exercise-Healthy-Behaviors/Womens-Health/Pregnancy

Embarazo con Esclerosis Múltiple. Esclerosis Múltiple España. Disponible en: https://esclerosismultiple.com/embarazo-y-esclerosis-multiple/?b=embarazo

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