La neuritis óptica o inflamación del nervio óptico es un síntoma frecuente en la esclerosis múltiple (EM). Supone la primera manifestación de la enfermedad en un 20-30 % de las personas con EM. Se calcula que hasta un 50 % de los diagnosticados la sufrirán en algún momento.
Los síntomas y signos típicos de la neuritis óptica son la aparición de visión borrosa y de predominio central. Normalmente, va acompañada de una alteración en la visión cromática (especialmente en el color rojo), que se instaura de forma progresiva o subaguda en pocos días. Hasta el 90 % de los pacientes presentarán dolor asociado. Se trata de un dolor localizado detrás del ojo, que se desencadena o empeora con los movimientos oculares.
El diagnóstico de la neuritis óptica es principalmente clínico. Además de la historia médica de la persona con EM, habrá que hacer una exploración oftalmológica cuidadosa. Especialmente, si se trata de la primera manifestación de la EM o si existen datos atípicos, para descartar otras posibles patologías. En el caso de que sea el primer síntoma de la enfermedad, es muy posible que el médico solicite otras pruebas. Por ejemplo, una resonancia magnética (RM) cerebral, una analítica completa y/o una punción lumbar.
El tratamiento de la neuritis óptica, como el de cualquier brote de EM, consiste en corticoides endovenosos.
Este tratamiento acorta la duración de los síntomas visuales, pero no influye en el pronóstico o recuperación funcional a largo plazo.
En cuanto al pronóstico, este suele ser positivo. Hasta un 90 % de las personas recuperan la agudeza visual en un tiempo medio de dos meses desde el inicio del cuadro clínico. Sin embargo, en algunos casos pueden quedar pequeñas alteraciones visuales, que solo son evidentes en una exploración oftalmológica detallada. Durante el transcurso de la enfermedad, puede que la neuritis óptica recidiva en el mismo ojo o en el ojo contralateral.
Ante cualquier síntoma visual sugestivo de una neuritis óptica, el médico asesorará a la persona con EM sobre las pruebas diagnósticas requeridas y le informará sobre las mejores opciones de tratamiento, en caso de ser necesario.
Fuentes de información:
Balcer, L. Optic Neuritis. N Engl J Med. 2006; 354: 1273-80.
Vidal, A, Montalban, X. Neuritis óptica y esclerosis múltiple. Revista Barraquer. octubre 2011; núm 12.
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