Factores que aumentan la espasticidad: espinas irritativas

La rigidez y los espasmos musculares son síntomas que frecuentemente presentan las personas afectadas de esclerosis múltiple (EM). Estos pueden empeorar debido a cambios en la rutina diaria como, por ejemplo, infecciones o problemas de vejiga. Identificar estos factores también denominados espinas irritativas es fundamental para poder tratarlos.

A continuación, detallamos una lista de posibles factores desencadenantes:
1. Problemas vesicales

  • Infección del tracto urinario: ir al baño con más frecuencia, sentir dolor al orinar o el mal olor de la orina pueden indicar que se padece una infección del tracto urinario
  • La vejiga no se vacía: la necesidad de volver a orinar poco tiempo después de haber ido al baño o la dificultad para comenzar a orinar son signos de que la vejiga no se está vaciando. Esto puede aumentar el riesgo de infección.

2. Otros problemas renales o vesicales

En caso de infección urinaria recurrente o dolor en la parte inferior del abdomen es aconsejable la realización de pruebas complementarias.
 
3. Problemas intestinales

  • Estreñimiento: si el tránsito intestinal está alterado y el intestino se mueve menos de lo habitual heces es dura y difícil de evacuar, es posible que se sufra estreñimiento. 
  • Retención fecal: si el estreñimiento alterna con episodios de diarrea es posible que se sufra también retención fecal. Esto significa que una masa de heces duras permanece atascada en el recto.

  • Otros problemas intestinales:  heces blandas, síndrome del intestino irritable y otros problemas intestinales pueden afectar también la espasticidad.

4. Problemas dermatológicos

  • Irritación de la piel: el roce de cualquier material con la piel puede provocar irritación, enrojecimiento o botellas. La ropa ceñida, unos zapatos nuevos o el uso de férulas son las causas más habituales. También puede ser un efecto secundario de alguna medicación. 

  • Lesión cutánea: los problemas de movilidad y la dificultad para cambiar de posición pueden provocar que la ropa, en contacto con la piel, cause una lesión o discontinuidad cutánea. La ropa ceñida acentúa este problema y puede afectar la circulación. La pérdida de peso también aumenta el riesgo. Pedir consejo a un fisioterapeuta es una buena opción para prevenir este problema.
  • Quemaduras: las quemaduras en la piel pueden empeorar la espasticidad y aumentan el riesgo de infección. 

  • Infecciones: cualquier infección o enfermedad común puede agravar la rigidez muscular y la espasticidad. Las más comunes son las de orina, las respiratorias y las de la boca y los dientes; y las enfermedades más comunes son los resfriados, la gripe y los virus estomacales.
  • Vacuna contra la gripe: la vacuna contra la gripe puede provocar un empeoramiento de los síntomas. Sin embargo, estos se estabilizan en poco tiempo.

5. Dolor y malestar

    • Incomodidad en estar tumbado o sentado: si tiene dificultades para cambiar de posición al estar tumbado o sentado puede que esté incómodo como consecuencia de la presión excesiva en alguna parte del cuerpo. El fisioterapeuta o terapeuta ocupacional puede ayudar con este problema.
  • Dolor nuevo o inexplicable: cuando existe un dolor nuevo o que no se sabe de dónde proviene hay que acudir al médico. Él puede prescribir medicación o realizar pruebas específicas si lo considera pertinente.

6. Otros factores desencadenantes

  • Fatiga excesiva: la fatiga puede empeorar temporalmente los síntomas de la EM. Esta puede ser causada por el cansancio físico, el agotamiento mental o la dificultad para dormir. Aunque los síntomas suelen atenuarse cuando los niveles de energía mejoran, es importante gestionar la fatiga y ralentizar el ritmo de vida.
  • Temperaturas extremas: tener demasiado calor o demasiado frío puede agravar la rigidez y los espasmos de manera general.
  • Problemas emocionales: es importante conocerse a uno mismo y ser consciente de las emociones propias ya que éstas pueden influir en el curso de la EM. El estrés o la ansiedad pueden agravar los síntomas de la enfermedad. Se debe considerar la ayuda de un psicólogo o de otro especialista.

Si estas espinas irritativas se tratan adecuadamente es posible que no sea necesario el uso de medicación; en el caso, sin embargo, de no ser tratadas, pueden aparecer problemas secundarios como acortamientos musculares, dolor, etc.

Acceso al documento original:

Spasticity triggers http://support.mstrust.org.uk
Disponible a: http://support.mstrust.org.uk/file/spasticity-triggers.pdf

Debe iniciar sesión para comentar.

¿Tienes una cuenta? ¡Inicia sesión ahora!

¿No tienes una cuenta? ¡Regístrate ahora!