Vivir la esclerosis múltiple en el embarazo

La relación entre la esclerosis múltiple y el embarazo es un debate recurrente y relevante dado que, precisamente, las mujeres en edad fértil representan el sector de la población más afectado por esta enfermedad.

Años atrás, se consideraba que el embarazo podía hacer empeorar los efectos de la esclerosis múltiple. A pesar de ello, no existe ningún tipo de prueba que lo demuestre. De hecho, varios estudios realizados a un gran número de mujeres han concluido en reiteradas ocasiones que la gestación, el parto y la incidencia de complicaciones fetales son las mismas en mujeres con EM y en las que no. Tampoco hay evidencias de que la esclerosis provoque un mayor número de abortos espontáneos o de malformaciones congénitas al feto.

De este modo, las embarazadas con EM no acostumbran a requerir cuidados específicos durante la gestación ni el parto y se considera que todas las formas de anestesia son seguras y tolerables.

La gestación, el parto y la incidencia de complicaciones fetales son las mismas en mujeres con EM y en las que no tienen la enfermedad.

Entre otras de las dudas que es importante resolver está el nivel de fertilidad, que es igual para las mujeres con esclerosis que para cualquier otra mujer, puesto que la enfermedad no provoca ningún tipo de desajuste hormonal; y la posibilidad de transmitir la EM al bebé, hecho que no es habitual dado que no se trata de una enfermedad hereditaria.

Recaídas de la EM durante el embarazo

En general, se estima que durante la gestación se registran menos recaídas de la EM, especialmente durante el segundo y tercer trimestre. Esto se atribuye a los cambios que desarrolla el cuerpo de la mujer que favorecen una reducción de la inflamación, de la actividad de la EM y, por lo tanto, de las recaídas.

Aun así, es posible que algunos síntomas empeoren a lo largo del embarazo debido, precisamente, a esta transformación corporal. A continuación se enumeran algunos efectos:

  • Aumento excesivo de peso: esto dificulta la movilidad y aumenta la fatiga. Por lo tanto, es importante que las mujeres no sobrepasen los límites de peso recomendados durante el periodo de gestación.
  • Dolores lumbares y ciática: muchas mujeres con esclerosis múltiple ya sufren estos dolores, que pueden incrementarse en el periodo final del embarazo. En ese momento el útero presiona el primer tramo del nervio ciático.
  • Problemas urinarios: la incontinencia acostumbra a ser un problema para algunas mujeres con EM y la presión del útero sobre la vejiga hace que se pueda agudizar.
  • Estreñimiento: cuando este síntoma tiene un origen hormonal, puede empeorar durante la gestación. Para que no pase, se recomienda seguir una dieta rica en fibra y líquidos.
  • Edemas en las piernas: se deben al peso del vientre sobre las extremidades inferiores. Para evitarlos, es recomendable no pasar mucho tiempo derecha o sentada, andar diariamente y mantener las piernas en posición supina.

 

Medicamentos y esclerosis múltiple en el embarazo

En cuanto a la lactancia, tampoco es peligrosa para las madres con EM, mientras no tomen medicamentos que puedan provocar una interacción negativa. En este caso, la farmacoterapia indicada para las mujeres con EM puede suponer un riesgo en el periodo del embarazo o en el momento del parto.

Por este motivo, es recomendable que las mujeres comuniquen sus síntomas a su profesional sanitario de referencia para que les haga una pauta de medicación personalizada.

 

Referencia

Pregnancy and reproductive issues. National Multiple Sclerosis Society. Disponible en: https://www.nationalmssociety.org/Living-Well-With-MS/Diet-Exercise-Healthy-Behaviors/Pregnancy

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