El colesterol bueno puede ayudar a reducir la fatiga de la esclerosis múltiple

Un estudio vincula una dieta rica en vegetales con alto contenido de HDL (conocido como colesterol bueno) con una reducción de la fatiga causada por la esclerosis múltiple.

La fatiga puede llegar a ser uno de los síntomas más discapacitantes de la esclerosis múltiple. Convivir con la fatiga perjudica muchos aspectos de la calidad de vida personal y no es nada fácil encontrar tratamientos que realmente sean útiles.

Sin embargo, algunos estilos de vida y hábitos saludables sí pueden llegar a marcar la diferencia en la mejora de la fatiga, entre ellos, los cambios en la alimentación. Muchos estudios demuestran resultados muy positivos en relación con la dieta y la esclerosis múltiple.

Uno de estos estudios señala que unos niveles altos de lipoproteína de alta densidad (HDL), el llamado “colesterol bueno”, a consecuencia de una dieta rica en frutas y verduras, ayudaría a reducir la fatiga y a minimizar el agotamiento.

El colesterol en la dieta y la esclerosis múltiple

Un nivel excesivo de colesterol de baja densidad (LDL) es un riesgo para la salud, ya que está ligado a diferentes enfermedades del corazón y a lesiones cerebrales. Las personas con EM tienen más riesgo cardiovascular debido, entre otros, a los problemas de movilidad.

Por el contrario, el HDL o colesterol bueno juega un papel clave en la esclerosis múltiple. Este tipo de colesterol actúa como protector e impide que el LDL dañe las arterias o que sustancias perjudiciales entren en el cerebro y en la médula espinal. Por lo tanto, una dieta que ayude a aumentar el HDL y reducir el LDL beneficia a las personas con EM.

 

Reducir la fatiga con una dieta basada en vegetales

Una dieta rica en frutas y verduras que aumente estos niveles de colesterol bueno en la sangre reduciría los niveles de fatiga de las personas con esclerosis múltiple. La dieta del estudio incluía una gran cantidad de vegetales y animaba a consumir carne, proteína vegetal, pescados grasos y vitamina B; también excluía el gluten, los lácteos y los huevos.

Además, los participantes del estudio también adoptaron otras medidas como ejercicio, reducción del estrés y estimulación eléctrica neuromuscular. No obstante, la adherencia (es decir, seguir con la dieta durante los días pautados) fue el elemento clave a la hora de reducir la fatiga, según los investigadores.

Los resultados de este estudio abren la puerta a futuras investigaciones más amplias que relacionen los cambios de metabolismo con la fatiga. De este modo, se podrían demostrar otros cambios de dieta útiles para gestionar este síntoma tan debilitante de la EM.

 

Referencias

Lipid profile is associated with decreased fatigue in individuals with progressive multiple sclerosis following a diet-based intervention: Results from a pilot study. PLOS ONE. Disponible en:  https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0218075

Is cholesterol truly bad for you?. The MS Blog. Disponible en: https://multiple-sclerosis-research.org/2019/08/is-cholesterol-truly-bad-for-you/ 

Revisado por: Cinta Zabay Enfermera. Centro Neurorrehabilitador de la Fundación Esclerosis Múltiple “Mas Sabater”. Reus
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