Andreu Barceló: “Mi cabeza está dando un giro de 180 grados”

Este mallorquín tenía 24 años cuando le diagnosticaron esclerosis múltiple y, ocho años después, solo ha tenido un brote. Por el camino, sin embargo, ha hecho un cambio de hábitos: ha empezado a correr y ha mejorado su alimentación. Ahora dice que tiene más energía y se siente mejor.
– ¿Cómo empieza todo?
Trabajaba en un hotel y noté un hormigueo en la mano izquierda, perdí la sensibilidad en los dedos hasta el punto de quemarme y no notarlo. Decidí acudir al médico de familia.
Me preguntó de qué trabajaba y le dije que era camarero. Luego me preguntó con qué mano llevaba la bandeja y, como respondí que con la izquierda, me dijo que eso era por llevar la bandeja.
– ¿Y ya está?
Sí, no le dio importancia. Yo estaba pasando por una época muy complicada familiarmente, con estrés y nervios. Pero después esa pérdida de sensibilidad fue hacia la pierna izquierda. Perdí la sensibilidad y, sobre todo, la movilidad del pie. No tenía fuerza, no podía levantar la pierna, iba cojo.
– ¿Y entonces?
Fui a urgencias, donde encontré a una médica que vio que algo no iba bien. Me hizo las pruebas neurológicas y la punción lumbar y el 4 de agosto de 2014 me dieron el diagnóstico: esclerosis múltiple.
– Te sorprendería.
No sabía qué era la esclerosis múltiple. El neurólogo nos cogió y nos explicó la enfermedad, que no había cura, que había muchos tratamientos, que se investigaba mucho y al final nos dijo el nombre. Conocía la enfermedad de oídas.
– ¿Te dio algún consejo?
Lo primero que me dijo fue que no mirara el doctor Google y fue lo primero que hice. Fue un desastre. Salió la silla de ruedas, que me encontraría mal… y la imagen de Stephen Hawking, que tenía ELA y no esclerosis múltiple.
Cuando te diagnostican, te encuentras con mucha falta de información. Esta enfermedad debería tener mayor visibilidad. Creo que hay mucha información del cáncer, el sida, el coronavirus… y de enfermedades crónicas y neurodegenerativas como esta se habla muy poco.
Lo primero que me dijo (el neurólogo) fue que no mirara el doctor Google y fue lo primero que hice.
– ¿Cuántos años tenías cuando te diagnosticaron?
24.
– ¿Qué ha cambiado en tu vida desde entonces hasta ahora?
Al principio no cambió casi nada, porque después del brote estuve una semana ingresado en el hospital y cuando salí recuperé toda la fuerza y la movilidad.
El primer cambio fue sobre todo al empezar el tratamiento en el que tenía que pincharme y tuve que cambiar mis hábitos, porque tenía que hacer algo que no había hecho antes. Hasta que no tuve el segundo brote apenas era consciente de que tenía esta enfermedad.
– ¿Cuándo tuviste el segundo brote?
Seis años después, en octubre de 2020.
– ¿Y durante ese tiempo no tuviste ningún brote?
Algo muy de sensibilidad, pero nada importante, cosas que desaparecían y que nunca sabía si era por la esclerosis múltiple o es que se me había pinzado un nervio.
– ¿Cómo te afectó el segundo brote?
Me volvió a afectar a la parte izquierda, no perdí fuerza ni movilidad, fue un brote sensitivo que me hizo cambiar el tratamiento.
– ¿Y a partir de este segundo brote hiciste un cambio?
Sí, llevaba una vida muy sedentaria, mi trabajo es estar sentado ocho horas y llegaba a casa y me tumbaba en el sofá. No hacía deporte, comía ultraprocesados… Después del brote mi suegro me cogió y me dijo “a partir de mañana a andar todos los días”. Y a partir de ahí cambié mis hábitos.
Después del brote mi suegro me cogió y me dijo “a partir de mañana a andar todos los días”. Y a partir de ahí cambié mis hábitos.
– ¿Qué cambiaste?
Empecé una vida más activa, fui con más cuidado con la comida. El tratamiento que tomo ahora también exigía una alimentación más equilibrada y con más grasas naturales. Ahora no como carne y bebo mucha más agua, aunque una cerveza de vez en cuando cae. También ha habido un cambio psicológico, mi cabeza está dando un giro de 180 grados.
– ¿Cómo ha ido?
Primero empecé caminando y después empecé a correr. Mi hermano me empujó mucho con eso de correr porque yo no había corrido en mi vida. Él me llevó a la montaña y a partir de ahí he empezado a hacer carreras y ¡aquí estamos!
– ¿Cómo notas que el cambio de hábitos te ha ido bien?
He perdido más de 10 kilos y me siento mucho más liberado y ágil. El hecho de ponerte objetivos te lo hace más fácil. Anímicamente, también me siento más fuerte, con más energía y ganas de hacer cosas. Con los niños antes me daba pereza ir al parque o las actividades extraescolares y ahora tengo más ganas de moverme.
El hecho de ponerte objetivos te lo hace más fácil. Anímicamente, también me siento más fuerte, con más energía y ganas de hacer cosas.
– ¿Cómo te encuentras?
En general, noto que los cambios de estaciones me afectan y el cambio hacia la primavera es un poco pesado.
– ¿Tienes fatiga?
No lo sé. ¡No sé si es fatiga o es que me machaco en los entrenamientos!
– ¿Has explicado la enfermedad a tu entorno?
Sí, lo hice cuando me diagnosticaron y cuando lo contaba me emocionaba bastante. Todos reaccionaron con asombro y todos me daban muchos ánimos. Hay gente que me pregunta exactamente qué es la esclerosis múltiple, también hay gente que me pregunta si estoy bien porque no ven ningún síntoma externo y eso les hace pensar que estoy bien.
*Puedes seguir a Andreu en su cuenta de Instragram @viureambEM
Debe iniciar sesión para comentar.
¿Tienes una cuenta? ¡Inicia sesión ahora!
¿No tienes una cuenta? ¡Regístrate ahora!