Alimentación y esclerosis múltiple
Las personas con esclerosis múltiple deben seguir una alimentación variada y equilibrada, como el resto de personas. No se ha demostrado que exista una dieta concreta que ayude o sea beneficiosa para ralentizar el desarrollo de la enfermedad. Por ello, lo mejor es cuidar la alimentación y asegurarse de proporcionar todos aquellos nutrientes que el cuerpo necesite.
De todas maneras, es muy importante que las personas con esclerosis múltiple eviten el sobrepeso y el estreñimiento, que pueden ser perjudiciales para la enfermedad. Así, deberán seguir una dieta adecuada y saludable en su conjunto para prevenir estos factores.
En una alimentación variada y equilibrada, el aporte de vitaminas es fundamental. Para ello, es importante seguir una dieta rica en frutas y verduras crudas. La mayoría de vitaminas se destruyen en el momento de cocción, por esta razón, se absorben mejor cuando los alimentos no se cocinan. Además, para preservar las vitaminas de las verduras es aconsejable que se guarden en la nevera el menor tiempo posible antes de ser consumidas, y que se ingieran justo después de ser preparadas, ya que pierden vitaminas a medida que pasa el tiempo. Esto ocurre, por ejemplo, con el zumo de naranja, pues la vitamina C se destruye por el contacto con el aire. Asimismo, muchas vitaminas se encuentran justo debajo de la piel de las frutas y las verduras, y, por lo tanto, no se deben pelar en profundidad.
Aunque siempre es conveniente consumir las vitaminas a través de los alimentos, muchas veces es necesario un aporte vitamínico sintético.
Vitaminas y medicación
Las personas que se mediquen deben consultar siempre a su médico, porque muchas de estas vitaminas pueden producir hipervitaminosis. Asimismo, hay que evitar el consumo de tabaco y alcohol, ya que provoca que el organismo necesite más vitaminas.
En cuanto a las proteínas, a pesar de que las de origen animal son beneficiosas, muchas veces van acompañadas de grasas. Por lo tanto, es muy importante controlar el consumo de carnes y derivados y obtener un equilibro entre proteínas vegetales y animales, de las que se suele abusar.
Para evitar el sobrepeso, que puede ser perjudicial para los afectados de esclerosis múltiple, es esencial moderar el consumo de grasas, sobre todo, las de origen animal. En lo que se refiere al estreñimiento, otro factor que puede incidir negativamente en el desarrollo de la esclerosis múltiple, se puede prevenir con el consumo de fibra, presente en alimentos como las legumbres secas, el pan, las frutas y las verduras.
El hierro es uno de los minerales más necesarios, sobre todo para ciertos sectores de la población, como las mujeres, los adolescentes y en casos de pérdida de sangre. El hierro se asimila mejor si es de origen animal y se combina con vitamina C.
Por lo tanto, consumir algún alimento que contenga hierro y, a la vez, beber zumo de naranja, hará que el organismo absorba el hierro más fácilmente.
En general, para mantener una dieta saludable, es aconsejable comer entre 3 y 4 veces al día de manera moderada, disminuir el consumo de grasas, azúcares y sal, y aumentar el de pan, féculas, verdura y fruta. No hay que olvidar que el agua es el elemento más importante para nuestro organismo, y, por lo tanto, hay que ingerir, como mínimo, un litro al día. Por último, hay que evitar el consumo de tabaco y alcohol, y realizar ejercicio físico asiduamente.
Fuente de información:
Alimentación y EM. FELEM. [acceso 21 de noviembre de 2012]. Disponible en: https://www.esclerosismultiple.com/pdfs/ALIMENTACION%20Y%20EM.pdf
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