8 hábitos saludables para manejar los síntomas de Esclerosis Múltiple

Hacer actividad física, seguir una dieta adecuada o adaptar algunos aspectos del hogar, entre otros hábitos saludables, puede ser muy útil para controlar los síntomas de la Esclerosis Múltiple y mejorar la calidad de vida.
Cada persona puede percibir efectos distintos y en diferentes grados, pero seguir una serie de hábitos saludables puede contribuir favorablemente al control de los síntomas y los brotes de Esclerosis Múltiple.
Aspectos como regular la temperatura del hogar, hacer las adaptaciones físicas que sean convenientes, ejercitar el cuerpo y la mente o alimentarse correctamente, son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para gozar de una mejor calidad de vida.
Como siempre, además de estas estrategias de autocuidado es fundamental seguir las recomendaciones del profesional sanitario de referencia y acudir a ellos ante cualquier episodio fuera de lo normal.
A continuación, proponemos 8 hábitos saludables que contribuyen a un mejor manejo de los síntomas de la Esclerosis Múltiple:
8 hábitos saludables para los síntomas de Esclerosis Múltiple
1. Seguir una dieta equilibrada y nutritiva.
Tener una alimentación sana y rica en nutrientes aporta una mayor energía para afrontar los síntomas de la EM y prevenir otros problemas crónicos. Además, un consumo correcto de fibra ayuda a lidiar con el estreñimiento, también común en la EM.
2. Realizar ejercicio físico moderado regularmente.
Hacer actividad física de manera frecuente puede mejorar el equilibrio, la fuerza, la resistencia y la flexibilidad y mejorar síntomas de la EM como la fatiga, el estreñimiento o los problemas cognitivos. Es importante hacerlo de forma moderada y evitando el sobrecalentamiento del cuerpo.
3. Mantener el cerebro en forma.
Ejercitar el cerebro con actividades como crucigramas, juegos de palabras o memoria, videojuegos o rompecabezas ayuda a mejorar la función cerebral y ralentizar el deterioro cognitivo. Además, puede mejorar los síntomas de ansiedad.
4. Seguir unos hábitos de sueño saludables.
Dormir es esencial para que el organismo funcione en su máximo rendimiento y para hacerlo bien se pueden practicar hábitos como seguir un horario fijo, crear un ambiente confortable o establecer rutinas diarias. Además, es vital abordar cualquier problema específico que altere el sueño, como la ansiedad, la espasticidad o la nicturia.
5. Dejar de fumar y evitar la exposición pasiva.
Fumar es un factor de riesgo para toda la población, pero es especialmente nocivo para las personas con EM, puesto que acelera la progresión y exacerbación de los síntomas. Es vital buscar ayuda para dejar de fumar, si se tiene el hábito.
6. Prevenir y manejar el estrés.
Se considera que el estrés es un factor que puede desencadenar o empeorar los síntomas de la EM. Desarrollar técnicas como la meditación y otras prácticas relajantes mejora la calidad de vida y puede ayudar a ralentizar la progresión de la EM.
7. Controlar la temperatura corporal.
La sensibilidad a los cambios de temperatura es habitual en la EM, con una intolerancia al calor que puede agudizar algunos síntomas. Por eso, refrescarse y buscar la forma de equilibrar la temperatura corporal puede ayudar a controlar los síntomas y brotes de EM.
8. Hacer las adaptaciones que sean necesarias.
Concentrar la información necesaria, usar herramientas de voz o adaptar los elementos más usados en el hogar, puede ayudar significativamente a reducir la demanda de energía diaria y la exigencia física en las tareas cotidianas.
Referencias:
- 11 Lifestyle tips to help you manage MS symptoms. Everyday Health. Disponible en: https://www.everydayhealth.com/multiple-sclerosis/lifestyle-tips-help-you-manage-ms-symptoms/
- 8 Strategies to Manage Multiple Sclerosis. Disponible en: https://www.healthline.com/health/multiple-sclerosis/daily-tips-managing-ms
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