Cómo seguir un estilo de vida saludable con Esclerosis Múltiple

La Esclerosis Múltiple afecta al sistema nervioso central y puede provocar síntomas en todo el cuerpo, tanto físicos como cognitivos. Entre otros posibles desencadenantes, hay varios estudios que plantean una relación entre la esclerosis múltiple y factores ambientales o de estilo de vida saludable. En este sentido, existen una serie de hábitos saludables que ayudan a cuidar la salud física y mental y que pueden favorecer una buena calidad de vida a las personas con Esclerosis Múltiple.

No es necesario hacer grandes cambios ni sacrificios, sino que pequeños ajustes pueden tener un gran impacto en el día a día y el bienestar de las personas. Por ejemplo, si no se hace actividad física, no hace falta empezar entrenamientos muy severos; simplemente con paseos diarios o acostumbrándose a usar las escaleras en lugar del ascensor se puede lograr mejoras notables. Así, es más importante buscar cambios pequeños que se puedan mantener, sin privarse de nada ni hacer grandes sacrificios. Lo importante es incorporar un estilo de vida saludable que sea sostenible en el tiempo.

A continuación, repasamos algunos de los hábitos que pueden mejorar la calidad de vida de las personas con EM.

Seguir una dieta saludable y nutritiva

Por un lado, algunos estudios han apuntado una relación entre la obesidad y una agudización de la inflamación central y un mayor grado de discapacidad clínica, especialmente en los casos de esclerosis múltiple remitente-recurrente. Por otro lado, otras investigaciones sugieren que el seguimiento de una dieta mediterránea puede reducir la gravedad de algunos síntomas de la Esclerosis Múltiple.

En este sentido, aunque no existe ninguna dieta milagrosa, el consumo de determinados alimentos de forma frecuente sí que puede mejorar los niveles de energía, reducir el grado de inflamación y proteger el organismo de otras afecciones. Así, es recomendable seguir una alimentación equilibrada dentro de un estilo de vida saludable y consumir alimentos como:

• Frutas
• Verduras
• Cereales integrales
• Proteínas magras
• Grasas saludables
• Frutos secos y semillas

Además, es importante tener en cuenta hábitos básicos como:

• Reducir el consumo de alcohol
• Tomar una cantidad suficiente de agua
• Comer alimentos con alto contenido de omega-3, fibra y con beneficios antiinflamatorios.

Mantenerse físicamente activos

Hacer ejercicio físico de manera regular es muy saludable para la población en general y puede aportar beneficios concretos a las personas con Esclerosis Múltiple. De forma directa, la actividad física puede:

• Mejorar la fuerza muscular y la forma física.
• Favorecer la flexibilidad.
• Mejorar el equilibrio y la postura.

Además, como consecuencia de ello, puede aliviar algunos síntomas de la EM y contribuir a:

• Reducir el dolor y la fatiga.
• Mejorar los problemas cognitivos y la calidad del sueño.
• Favorecer la movilidad al caminar.
• Aliviar el estreñimiento y la depresión.
• Reducir la tasa de caídas y la progresión de la EM.

Además de todo esto, realizar ejercicio de tipo aeróbico de intensidad baja o moderada puede mejorar la salud cardiovascular y prevenir enfermedades coronarias. Incorporar movimiento en la rutina diaria es clave para un estilo de vida saludable.

Para alcanzar todos estos beneficios, no es necesario hacer deporte de forma intensa ni entrenar muchas horas al día.  Lo más importante es hacer actividad de manera regular y practicar la que funcione mejor para cada persona. Algunos ejemplos pueden ser:

• Pasear, trabajar en el jardín o cocinar.
• Hacer natación.
• Practicar yoga o taichí.
• Usar bandas de resistencia o pesas ligeras para fortalecer los músculos.
• Participar en entrenamientos comunitarios o recreativos.

En este sentido, puede ser muy útil hablar con un fisioterapeuta que determine la clase de ejercicios que pueden reforzar las zonas débiles de cada uno y contribuir a alcanzar objetivos específicos.

Además, es importante evitar el sobrecalentamiento corporal durante el ejercicio y buscar zonas frescas para entrenar o hacerlo durante las horas menos cálidas del día, para evitar que el calor agudice algunos síntomas.

Tener una buena higiene del sueño, clave para un estilo de vida saludable

Dormir las horas necesarias y tener un descanso reparador es fundamental para que el cuerpo funcione correctamente, especialmente cuando se enfrenta a situaciones de estrés o incertidumbre. En este sentido, algunos de los síntomas de la EM pueden alterar la calidad del sueño, como la espasticidad muscular, la nicturia o la depresión. Así, es importante seguir estrategias que favorezcan una buena higiene del sueño, como:

• Crear una rutina relajante para ir a dormir, como tomar un baño caliente o escuchar música relajante, y repetirla cada noche.
• Seguir un horario constante, intentando ir a dormir y levantarse todos los días a la misma hora.
• Generar un ambiente tranquilo, oscuro y fresco para dormir.
• Evitar la exposición a las pantallas brillantes antes de acostarse.
• No tomar demasiados líquidos antes de ir a dormir, ni bebidas con cafeína en las últimas horas del día.

Ante dificultades persistentes para conciliar el sueño o ante problemas recurrentes para dormir correctamente, es importante consultar con el profesional médico de referencia.

Adoptar un estilo de vida saludable puede marcar la diferencia en tu bienestar. En la Comunidad EM encontrarás más consejos, apoyo y recursos personalizados para mejorar tu calidad de vida. ¡Únete ahora y forma parte de nuestra comunidad! Regístrate aquí

Referencias:

• Lifestyle choices. Multiple Sclerosis Trust. Disponible en: https://mstrust.org.uk/information-support/wellbeing-ms/lifestyle-choices
• 11 lifestyle tips to help you manage MS symptoms. Everyday Health. Disponible en: https://www.everydayhealth.com/multiple-sclerosis/lifestyle-tips-help-you-manage-ms-symptoms/
• 15 ways to live your best life with Multiple Sclerosis. Disponible en: https://www.healthline.com/health/multiple-sclerosis/live-best-life
• Guglielmetti, M. et al. Adherence to Mediterranean Diet Is Associated with Multiple Sclerosis Severity. 2023, 15 (18), 4009. https://doi.org/10.3390/nu15184009